Marcelo Maller
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Recibí esta carta de la ajedrecista Carolina Luján. En ella tal vez se vean reflejados algunos deportistas en Argentina que, pese a sus logros, tienen que seguir recibiendo ayuda de su familia y amigos para poder competir.
Hace algunos días volví del FIDE Women's
World Chess Championship 2015, torneo que finalizó recientemente
consagrándose campeona la ucraniana MI. Mariya Muzychuk. La experiencia
deportiva fue muy enriquecedora. Hoy, más tranquila y con menos bronca y
tristeza por la derrota ante la rusa Galliamova,
puedo reflexionar sobre lo que pasó desde el 19 de enero hasta hoy.
Es difícil para mí sentarme a escribir estas líneas después de tanto
tiempo jugando ajedrez. Es un “deja vu”; lo mismo una y otra vez. La
verdad es cansador que te resten energía para jugar con otras cosas
fuera del tablero, pero parece que es el eterno karma
del ajedrecista argentino.
Una vez más viajé a competir y a representar a mi país sin apoyo de la FADA
- Federación Argentina de Ajedrez ! No hablo solamente del apoyo económico, sino también del institucional. Realmente no entiendo los motivos, la F.A.D.A. está mejor, se está
saneando del maltrato de los últimos años. Hoy casi no se debe dinero a la FIDE
- World Chess Federation y los argentinos estamos en el ELO todos
los meses. Además hay más actividad en todo el país, se puede ver el aporte
privado, mejoró el vinculo con la Secretaría
de Deporte de la Nación Argentina, el Estado otorga becas a sus
deportistas, dinero para que la Federación entrene a sus talentos y
según anunciaron, el ajedrez será uno de los deportes con más
presupuesto este año, además se creó dentro del marco de FADA,
el Proyecto “Bakú 2016”, que se ocupa específicamente del Alto
Rendimiento.
Ahora bien, con todos estos avances, ¿por qué la FADA ni siquiera me
respondió el mail del 19 de enero, en el cual preguntaba si me iban a
apoyar de alguna forma (viaje y/o entrenamiento)? ¿Por qué no me
contactaron para preguntarme si necesitaba algo, para
darme su respaldo, para ayudarme a gestionar apoyo, para, aunque sea,
desearme suerte? ¿Por qué no publicaron nada sobre el Mundial en la web y
redes sociales mientras Marisa (Zuriel) y yo representábamos a nuestro país?
¿Por qué no ayudarnos a difundir en la prensa
nacional lo que hacemos? ¿Por qué Bakú 2016 no me apoyó a mí también?
¿Por qué no están reglamentados los criterios para apoyar a los
ajedrecistas de alto rendimiento?
Me considero una jugadora de alto rendimiento de Argentina, no solo por
mi trayectoria, sino también, por mis títulos actuales: número 1 del
Ranking Argentino Femenino, Campeona Zonal 2.5 Femenina, Campeona
Continental Femenina, 1er. Tablero del Equipo Olímpico
Argentino en las últimas 7 Olimpiadas, entre otros títulos, y con todo
lo que conseguí, pareciera que no merezco ni que me respondan un mail.
Es grande la decepción, como dije al inicio de esta carta, después de
más de 20 años jugando ajedrez, habiendo conseguido grandes logros para
mi país, que me traten con esta indiferencia, con este desinterés, con
esta falta de atención, con esta desvalorización
al ajedrez femenino, realmente duele.
Ante esta situación, en otro momento de mi vida, hubiera salido a
“pelear” antes de viajar a competir. Pero, lamentablemente, tengo
experiencia en esto y elegí concentrarme en el torneo.
Quiero agradecer a todos los que me ayudaron para que pueda viajar al
Mundial, especialmente a mi familia que no solo me apoyó emocionalmente,
sino que además me prestó el dinero para afrontar los gastos; a mi
colega, la Gran Maestra Claudia Amura que me abrió
las puertas de su casa para que pueda entrenar junto a su familia y, a
quien fuera mi entrenador muchos años, el Gran Maestro Pablo Ricardi; a
los Maestros Internacionales Martin Labollita, Ernesto Real de Azúa y
Nahuel Díaz quienes me ayudaron en la preparación;
a la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF)
que me dio todo su respaldo para dedicarme a entrenar y competir de la
mejor manera, sorprendidos también por la falta de respuesta de
F.A.D.A., se ofrecieron a ayudarme en todo lo posible y por último, pero
no menos importante, a mis amigos y amigas, a mis
compañeros y compañeras, por todos los mensajes y demostraciones de
cariño que llegaron a miles de kilómetros para que me sienta acompañada y
fuerte para competir en el máximo nivel.
Gracias por tomarse el tiempo de leer esta carta, agradezco de antemano
la difusión que puedan darle, quizás así encuentre las respuestas.
Maestra Internacional Carolina Lujan
Foto: Amigos de Teresa.
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Secciones y protagonistas: Carolina Luján.
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