En la final del Abierto de Estados Unidos, Serena Williams le gritó a la umpire, mostró su mal humor y no pudo vencer a su rival australiana Samantha Stosur. no era la primera vez que se peleaba. Ya lo había hecho en Flushing Meadows unos años atrás cuando también arremetió contra una jueza de línea. ¿Se puede hablar de una tenista correcta? Es para el debate, en todo caso.
Sin embargo UNICEF anunció hoy su nombramiento como Embajadora internacional de buena voluntad. El Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, le dio la bienvenida durante la segunda Cumbre Anual de Bien Social en Nueva York. Serena no es sólo una campeona mundial de tenis, también es una campeona en favor de la infancia, y una apasionada defensora de la importancia de proporcionar a todos los niños y niñas una educación de calidad”, dijo Lake.
Pero tal vez lo más importante de la tenista estadounidense campeona de 13 Grand Slams se puede leer a continuación. Es que Williams se unió a UNICEF por primera vez en 2006, cuando viajó a Ghana, en su primera visita a África, para participar en la campaña de salud más grande del país. Durante su visita, se unió a un equipo de trabajadores voluntarios de salud que vacunaron a los niños y niñas contra varias enfermedades infantiles mortales, distribuyeron mosquiteros gratuitos para ayudar a evitar el paludismo, y colaboraron con las autoridades locales en una demostración sobre cómo utilizar los mosquiteros para salvar vidas.
Ahora usará su popularidad en temas de infancia para apoyar la misión de UNICEF dirigida a proporcionar una educación de calidad a los niños más vulnerables por medio del programa Escuelas para África y la próxima iniciativa denominada Escuelas para Asia. "Creo que todos los niños merecen tener la oportunidad de sacar partido a sus vidas”, dijo Williams. “Me comprometo a ayudar a UNICEF a proporcionar una educación de calidad a los niños para ayudarles a construir un futuro mejor para sí mismos, sus familias y sus comunidades”. Así sí Serena.
