Los músicos demuestran cómo puede reducirse el
desperdicio de alimentos gracias a la tecnología de refrigeración de LG.
El desperdicio de alimentos es uno de los mayores desafíos de nuestra época. Según
las Naciones Unidas, aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen—
alrededor de 1.300 millones de toneladas por año— se pierde o desperdicia, lo que
significa unos 680.000 millones de dólares en países industrializados y 310.000
millones en los países en vías de desarrollo.
Las frutas y verduras tienen los mayores
índices de desperdicio entre todos los alimentos, dado su ritmo veloz de degradación y
el hecho de que no tienen conservantes artificiales.
La tecnología de refrigeración cambió radicalmente la manera en que fueron
evolucionando las sociedades, ya que los refrigeradores permitieron que las personas
pasaran de un modo de vida agrícola a entornos más urbanos. Sin embargo, incluso
los refrigeradores tienen sus limitaciones. Las temperaturas sofocantes pueden
provocar que los alimentos, especialmente los alimentos naturales como frutas y
verduras, se echen a perder aunque estén almacenados en un refrigerador. Para un
máximo aprovechamiento, los refrigeradores deben estar aislados de las fluctuaciones
de la temperatura ambiente, pues esta puede alterar la temperatura interior de un
refrigerador.
Una temperatura cambiante dentro del refrigerador genera el mayor impacto en el período de conservación de los alimentos, más que el frío propio del refrigerador. Los músicos de la London Vegetable Orchestra (LVO) aprendieron de primera mano que no todos los refrigeradores son iguales. Los músicos de la LVO crean sinfonías verdes con instrumentos comestibles, ya que les “roban” música a los productos frescos. La orquesta, que se inició hace más de tres años, entretiene desde ese momento a los amantes de la música del Reino Unido con sus instrumentos, construidos con zapallos, pepinos, raíces de mandioca, zanahorias y calabazas. Como sus presentaciones dependen de la capacidad de generar sonidos precisos con sus instrumentos, los músicos debieron crear nuevos instrumentos con vegetales frescos cada día, ya que los productos más viejos no permitían crear las notas que los músicos necesitaban como parte de su repertorio.
Para generar conciencia acerca del problema del desperdicio de alimentos LG se unió a los talentos musicales de la London Vegetable Orchestra (Orquesta Vegetal de Londres) para demostrar cómo la tecnología avanzada de refrigeración puede ayudar a prolongar la vida de los alimentos frescos por semanas o meses, incluso frente a las exigencias de una peculiar ejecución artística. Entonces, los integrantes de la LVO conocieron estas heladeras
Cuando los músicos dejaron sus instrumentos en el refrigerador equipado con compresor lineal, casi no se notó diferencia en el sonido, incluso tras una semana de almacenamiento. Esto es posible porque el principal enemigo para el almacenamiento de alimentos a largo plazo no es el calor sino la fluctuación de temperatura.
0 comentarios
Publicar un comentario